La energía distribuida impulsa la transición energética de América Latina

Los consumidores se han transformado en un actor central de la transición en la región al generar su propia energía limpia e incluso venderla al sistema.
Nota de Fermín Koop en dialogue.earth, publicada el 22/04/2025.
América Latina y el Caribe han visto una enorme expansión de la energía distribuida, impulsada mayormente por Brasil, México, Puerto Rico, República Dominicana, Chile y Colombia. La región pasó de tener solo 1GW de capacidad instalada en 2017 a 31,8GW en 2023, el año con los últimos datos disponibles, según la consultora energética Onred. Prácticamente todas las instalaciones usan paneles solares.
“Los grandes parques no alcanzan para cumplir con las metas climáticas. Con la distribuida se habilita a los usuarios en masa a participar de la transición energética”, sostiene Ignacio Romero, co-fundador de Onred. “Es un cambio cultural luego de décadas de un sector energético que funciona de manera centralizada por grandes actores”.
En 2023, gracias al número récord de instalaciones, se crearon más de 100.000 empleos asociados a la energía distribuida, mayormente concentrados en Brasil, según Onred. Además, gracias a la capacidad instalada, la consultora estima que se evitaron en ese año la emisión de ocho millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente, lo que representa sacar de circulación 1,8 millones de vehículos a gasolina.
“Los países que más penetración tienen es porque la regulación se hizo antes. Luego entran a jugar otros factores, como la necesidad de los países del Caribe de contar con distribuida ante los eventos climáticos extremos que regularmente afectan su red, o el financiamiento, que es clave para todo proyecto y en Brasil hubo mucho”, sostiene María Paz Cristófalo, también co-fundadora de Onred.
Franco Borello, co-fundador de Onred, sostiene que los costos siguen bajando y las tarifas eléctricas se mantienen altas, lo que da más potencial al sector. “Los comercios y la industria suelen adoptar la energía distribuida primero porque tienen el capital para hacerlo o pueden conseguir un préstamo. Luego viene el sector residencial de poder adquisitivo y después se masifica”, explica.